Hoy asistí a una entrevista que una periodista le hizo a un empresario. El empresario tenía un verdadero interés en conversar con la prensa: quería salir en el diario contando lo que él considera muy importante para su negocio. Olvidó pensar si eso mismo importaría a la gente, al medio o a la propia periodista. La entrevista posiblemente nunca sea publicada.

El antiguo dicho de que “el tiempo es oro” nunca ha sido tan verdadero como en estos tiempos; cada vez más se demanda el tiempo de la gente, su valor ha crecido exponencialmente. El tiempo de la gente es un premio. Y los medios necesitan enfocarse en lograr ganarlo, comprar ese tiempo. Nuestro trabajo consiste en asegurar que más gente gastará su tiempo con la marca de nuestros clientes. Para lograrlo, necesitamos crear ideas con las que la gente deseé invertir más de su tiempo. Mientras mejor sea la idea, mayor tiempo pasará la gente con ella. 

Este enfoque es muy importante para lograr éxito en las relaciones con los medios. Volviendo a la reunión de hoy entre el periodista y el empresario, resultó un claro ejemplo de quien quiere vender una “no noticia”, no había nada que pudiese atraer a la gente a invertir su tiempo.

Mientras mejor comprendamos cómo los consumidores asignan su tiempo, podremos crear ideas que resulten dignas para ello.

Las empresas al comunicar por medio de la publicidad interrumpen esas actividades que la gente elige para invertir su tiempo. Mientras más interrumpen, menos bienvenidas y menos persuasivas serán. Deben conocerse los intereses de la gente, para que ellos deseen estar al alcance de la comunicación. Sólo así los mensajes lograrán alcanzar la mente del consumidor.

Es imprescindible terminar con la dicotomía tanda vs. contenido. Para ello, las empresas que deseen comunicarse con el público por medio de la prensa, deben generar contenidos, es decir noticias que puedan interesar al público.

Cuando el mensaje de la marca tenga algo que ver con las preocupaciones de la gente, la gente le dará algo de importancia, tendrá algún valor.

Si el empresario hubiese pensado en términos periodísticos en lugar de pensar sólo en lo que interesa a su negocio, posiblemente hubiese cancelado la reunión; o tal vez hubiese replanteado su mensaje y ofrecer una noticia interesante, y por lo tanto digna de ser publicada y leída.