1. Tener en cuenta el contexto: No hay plan de comunicación coherente que no tenga en cuenta el contexto. Una cosa es un lanzamiento de un producto de lujo en situaciones de bonanza y crecimiento; y otra muy distinta, en un país que atraviesa una profunda crisis económica… Comunicar acerca de un negocio que crece o que es acosado por un marco regulatorio adverso… El contexto manda.
  2. Aliados y adversarios: Una vez identificado el contexto, es importante tener claro quiénes son aliados y quiénes son adversarios. Con quién podemos contar, y de quién debemos cuidarnos. Tenerlos en cuenta porque esos actores también afectarán nuestro negocio y nuestra comunicación.
  3. Objetivos de comunicación: Para quien no tiene una meta, el viento siempre sopla en contra… El objetivo fija un marco al plan de comunicación. El para qué sirve como fundamentación del cómo.
  4. Públicos de interés: A quiénes nos dirigimos. Qué públicos son los que importan. Tener claro a quién queremos llegar con nuestro mensaje. Identificarlo.
  5. Mensajes clave: Elaborar los mensajes clave. Se trata de los 2 ó 3 mensajes de fondo (o “metamensajes”) sobre los que se apoyará todo el plan de comunicación. Qué queremos decir.
  1. Marco estratégico: Delineado el contexto, los aliados y adversarios, los objetivos, los públicos y los mensajes, sólo resta definir la estrategia: Cómo haremos que el mensaje llegue a estos públicos para lograr nuestro objetivo. En este punto se pone a prueba la consistencia del plan. Si la estrategia es floja, el plan queda cojo, aunque el diagnostico (pasos 1 a5) haya sido preciso y adecuado. La estrategia es el alma del plan.
  2. Plan de acción: Es la lista de lo que hay que hacer en concreto. La “To Do List”. Acciones concretas que obedecen a los pasos anteriores. Pueden ser acciones sugeridas o ejemplos de lo que se puede hacer. Lo importante es que sean concretas, y una aplicación de la estrategia.
  1. Equipo de trabajo y recursos: Definir quiénes harán el trabajo y con qué recursos (honorarios, presupuestos, etc.).
  1. Plazos: Es aconsejable establecer una línea de tiempo, donde se pueda ver los plazos para cada acción.
  1. Criterios de éxito: Establecer pautas para medir resultados. Qué resultados pueden considerarse un éxito para este plan. Deben ser resultados mensurables, concretos, que permitan una evaluación simple y objetiva.